- Puedo ser divertido si quieres, o pensativo, listo o supersticioso, valiente, incluso puedo aprender a bailar. Seré lo que quieras. Dime lo que quieres y lo seré por ti.
+ Eres tonto...
- No, pero podría serlo.

Darte cuenta de que hay cosas que jamás superarás. Por mucho que quieras, por mucho que lo intentes. Quizás en un día valiente puedo pararme y echar la vista atrás un ratito, pero sólo eso. Si me demoro, pierdo, si me demoro, me derrumbo. Y es que me hace tanta falta... Nunca me había puesto a pensar en mi futuro, en esto, en lo que tengo. Pero ponerme a pensar que esta sucediendo y que el no está. No puedo. Ni fotos, ni frases, ni lugares, ni recuerdos. No puedo.  Que lo nombren en mi presencia. No puedo. 
Nadie se hace una idea de lo que daría por un día mas, un sólo día más a su lado. Cualquier cosa. Lo que sea. Y es que a pasado más de un año y aún no he podido superarlo. No puedo.

Pude hacer muchas cosas, miles. Pude ser feliz junto a ti, tal vez por mucho tiempo. Pude dejarte ser el motivo de mi sonrisa, que fueses tu el que me despertase cada mañana con un beso y un 'buenos días princesa'. Pude ser feliz, y hacerte feliz también a ti. Pero no, no era eso lo que yo buscaba, al menos no lo buscaba en ti. También pude llorarte, estancarme, pensarte y recordarte mientra me martirizaba, pero eso tampoco iba conmigo. Así pues, como casi siempre, opté por echar a correr, huir de todo; de ti, de mis sentimientos y de los tuyos. Y todo ello simplemente porque estoy bien como estoy; yo no lo llamaría miedo, lo llamaría ganas de libertad ya cumplidas.

Nunca, repito nunca, hubiese echo lo mismo que estás haciendo conmigo.

Hoy, precisamente hoy, después de haber aguantado con entereza días difíciles, de cambio, de rarezas, de soledad, justo hoy, es cuando siento que me derrumbo. ¿Por qué? Él.

Tu voz para no ahogarme en la locura.

No me importa que me digas que he cambiado, es más, creo que llevas razón. Lo que no entiendes es que todos cambiamos. Cuando sufrimos, cuando cometemos errores y aprendemos. También cambiamos con el tiempo, porque vivimos realidades nuevas y ya no somos los mismos de antes, porque crecemos y maduramos.  Todo esto ocurre por la influencia de algunas personas, las buenas y las malas. Por las que entran en nuestra vida y nos hacen mejorar, las que nos cuidan y hacen que hagamos lo mismo con ellas, y nunca se van; y también por las que nos hacen sufrir, por uno u otro motivo, y al final siempre van a terminar por esfumarse otra vez de nuestra vida... Cambiamos por infinitas razones, pero todos, absolutamente todos, lo hacemos.

Sólo porque alguien no te ame como tú quieres, no significa que no te ame con todo su ser.